Los más comunes son:
– Encandilamiento por las luces de los coches o la luz solar, pudiendo estos ser moderado o severo.


– Disminución de visión lejana o cercana.


– Disminución de la sensibilidad al contraste (figura 5). Esta última no es tan evidente como los síntomas anteriores, ya que el paciente se va acostumbrando paulatinamente con el avance de la catarata.
Es muy importante estar atento ante estos cambios (bruscos o paulatinos) y ante cualquier duda consultar con el Médico Oftalmólogo.